NOVIEMBRE
En ese límite impreciso entre las estaciones luminosas
cuando todo parece estar ahí, desde siempre,
los jacarandaes llueven flores.
como pequeños animales arrastran
su derrumbe azul sobre la tierra abierta
y en ese salto al vacío
queda suspendida la levedad de los días
la mínima alteración
que los desligó de la rama
y las estrellas frías en el fondo de la noche.
como en el sueño los hilos son apenas
nada tiene peso, ni pétalos ni estambres,
ni el encaje tejiendo
dibujos leves en el terco regreso
del cielo a la tierra,
al día secreto en que todo lo pierda.
Flores líquidas en mi sangre
lilas en la boca del viento.
Arboles. Arboles creciendo
desde mis huesos.
-Buenos Aires-
1 comentario:
Los poemas están hechos de palabras.
Y ellas evocan una ausencia. Como una escultura, encierra la imagen de un recuerdo. Bello.
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