lunes, 9 de noviembre de 2009

LAURA BEATRIZ CHIESA


VIEJO ARCÓN

Si alguna vez aquel arcón roído
devolviera sonrisas de un verano,
y pudiera buscar desde un humano
aquel humor vivaz que hoy es olvido.

Con cautela y pudor muy conocido
yo volvería a ver, en esa mano,
la fuerza del que fue mi soberano
y no la dimensión de lo perdido.

Quise reír feliz y fue imposible.
Revivo día a día lo temible
de las horas sombrías del pasado.

Accedo con recelo a los umbrales,
de aquellos tempestuosos vendavales
que alentaron mi llanto atormentado.


-Buenos Aires-

SILVIA LOUSTAU


POEMA Nº 104

en la pira de la pobreza
nadie escribe cartas
sobre el celofán de la niebla.
no hay centauros
ni barriletes en celo.
entre papeles y naranjas
la necesidad baila un tango .
la muerte silba bajito
un aire de vidrios rotos .
en la pira de la pobreza
se entretejen sueños de cartón


-Mar del Plata-

OCTAVIO ESQUIVEL DÍAZ


LA GOTA DE AGUA
(Soneto)

La gota de agua en mí corriendo el río
O hirviendo en el vapor de su agonía,
Puede ser una gota de rocío
O de lluvia cayendo en mar bravía.

Ser en el mundo somos nuestro y mío
Ilusión del ideal y poesía,
Percepción, realidad con todo un lío
Indigno o digno de filosofía.

Somos vida y gente que se empuja
A vivir y la muerte nos estruja,
El color y la luz, no imaginamos…

Si agua y luz, transparente nos dibuja
Realidad, cada gota iluminamos
Y la guerra, es la paz por quien luchamos.



-Miami- EE.UU.-

ALEJANDRA CRESPIN ARGAÑARAZ


ARIADNA…

Te extraño, imperturbable
Sobreviviente de mi naufragio
Dios de nuestra isla,
Habitante de lugares lejanos
Teseo de regiones encantadas.
A veces sueño que te verè a mi lado
Que escucharè tu voz, dando aliento a mi pena.
¿Sabes que sufro mucho?
¿Sabes que este lugar se ha vuelto insoportable?
Daria mi vida por sentirte,
Por tener tu mirada sobre mi pelo,
Tu voz acariciando mi dolor,
Tu mano fuerte en mi mano solitaria.
Estàs en mi recuerdo,
No quiero años, sin ti
No quiero este rio de minutos sin tus palabras,
Tengo miedo de que me devore el minotauro,
Miedo de ofrecerme en sacrificio,
Miedo de que me abandones…
Solo tù puedes llegar aquí,
Solo tu calidez y tu deseo,
Pueden darme esperanzas.


-Buenos Aires-

STELLA MARIS TABORO


DE UN CORAZÓN, MUCHOS MÁS


Tallé mi corazón
con haces que se expanden,
formando cientos de corazones,
corazón protegiendo a un pequeño que sufre,
corazón donde se refugian los sin techo,
corazón que seca las lágrimas,
corazón que consuela a los olvidados,
corazón de tizas para alfabetizar,
corazón de memorias para recordar,
corazones con melodías que lleve el viento,
corazón valiente y decidido,
corazón con manos callosas de trabajo,
corazón repartiendo juguetes,
corazón de ideales nobles,

corazón de bosques resurgiendo
corazón sanando a un soldado herido
corazón de alegrías para todos.
corazón de libros para imaginar
corazón que consuele y aliente
corazón que calme el hambre
corazón que borre la pobreza.


-Santa Fe-

DANIEL REQUELME


LA MESA ROJA

Como una manzana
en busca de su mordisco
la mesa está servida
con adornos de celebraciones.

Hay abundancia de manteca
donde imagino deslizarme
como en un tobogán de nieve.

Un trozo ahumado de carne
que invoca la ventana nublada
incrustándose en la montaña.

Va a ser cierto que
esta noche no leeré libros.
Voy a desaparecer,
para poder contarlo…

-Córdoba, Argentina-

MANUEL RUANO


INTRUSO EN EL HARÉN DE DIOS


Desde hace siglos jugamos a encontrarnos
y a desencontrarnos en un paisaje del Bosco.
En cada encuentro te declaro mi amor,
y en cada desencuentro la locura de mi amor.
Desde ahora en adelante, tendremos un encuentro definitivo,
y un desencuentro definitivo,
para que un nuevo pintor nos vista en la celebración
/ de la naturaleza y el color,
y nos desnude para siempre en su memoria.


De: "Los Cantos del Gran Ensalmador"

domingo, 1 de noviembre de 2009

SILVIA LONG OHNI


VITA NULLIS


Esa flor tan pequeña que muere sin lamentos,
la desprendida hoja que se entrega a la brisa
sin adioses ni llantos, como si el irse fuera
el notable camino que persigue la vida,
el ave que gorjea y hace canto a la rama,
las cosas que suceden y el diminuto tiempo
en que la tarde muere de atardecer impuesto,
el perro en esa última mirada inquebrantable
de lealtad perpetua, la sonrisa brotada
que apenas un instante perdura entre los labios,
una estrella fugaz que se extingue en la noche
así como el amor de madrugada,
la sombra del pasado diluido entre pasillos,
laberinto de espejos trizados por la vida,
allí donde el comienzo es una oscura fauce
y el final una puerta guardada por centauros.

Esa frágil escena donde el hombre deambula
musitando, tal vez, una blasfemia, un rezo
cuando dice que ama, llora, canta sufre, goza
mientras se muere un niño
de abandono y la lluvia
cae como si fuera la misma que ha caído,
y tal vez lo parece, pero es otro bautismo
y otro será el niño que muera de abandono.

Nosotros, los viajeros, que hemos andado el mundo
bajo soles distintos y dioses desvariados
sabemos que el vacío todo se traga, todo,
hasta el intento vano de dejar la memoria.


-Buenos Aires-