martes, 13 de marzo de 2007

RAMÓN FANELLI

¿ QUÉ ES ?

Ella perdió un lunar
su oficio de enamorada
entre credos y parajes.
Quedó a la orilla de un sueño
hundido como un Orfeouna balsa salvaje.
Morada de un trofeo
una pluma crocante en el espejo

un trapo cubriendo la luna.




ARTE

A propósito de la hiedra
a la merced del hueco,
a muro de las costillas
excavando sensaciones,
a pala,
sin medir su insolencia
vaciando la noche de tierra negra.





A BASTO

Puedo decir aquí estoy
con el humor de otro tiempo,
feliz por la voluntad
de contar cosas viejas:
Vivo aquí
repatriado
en este lúdico brillo,
fabricando guerreros
de calles menguantes,
roídos por el metal
agüero.

jueves, 1 de marzo de 2007

MARTA ROLDAN

De “El orbe en mi pupila”:
Carmiña Candido Daverio


ENVEJECIDA


El fracaso constante me sacó de la cama
(o tanta claridad llenando los rincones),
el espejo me muestra una imagen más ancha,
encuentro entre esas cejas la que una vez he sido
(he nacido, he luchado para obtener la nada)
y no puedo encontrar la que quisiera ser.
Creía en un poder escrito con palabras
o con letras capaces de cambiar este mundo.
Creía al ser humano con misión prefijada

no pensé que la regla se pudiera romper.



AUTORETRATO


No soy las que he perdido en el camino
por tomar la decisión equivocada.
No soy la profesora,
la modelo,
no soy la madre de mis doce hijos.
Perdí la belleza interior
y la exterior se deteriora con los años.
Perdí la oportunidad de conocerte
y la de ser la consentida del magnate.
No fui monja
ni revolucionaria.
No pude cambiar el mundo
y llevo solamente en el bolsillo
el poder cautivador de la palabra.
Perdí a la amiga.
Perdí la perfección,
la inteligencia
y el Protocolo me espera hace tres años
en la esquina de "La Favorita".
Perdí el juicio.
La aguja de mi orientación
no marca el norte.
No fui Alfonsina
ni Borges.
Por favor que alguien me diga dónde encuentro a Marta.


CON PERDON DE LA PALABRA


“La voz a ti debida”*
te la he saldado en cuotas,
por favor no me pidas
que pague el interés.
Ahora he de buscar entre todas las voces
una voz que se estire
hasta el final del mes.

Si separo el sarcasmo.

Hoy seré más severa con la voz que me toque.
Este escaso bagaje
limita la elección;
pero decido enfática
por una voz leal
que nunca me traicione
temblando en tu presencia.

Una voz decidida
que no se parta al medio
ante el primer obstáculo.
Una voz de ideas propias.
De tono impertinente.
De tinte diplomático.
No deseo una voz encasillada.
Quiero una voz que llegue a todo el mundo
no por ser estridente,
quiero una voz leída.


*Título de la Antología de Pedro Salinas.