miércoles, 11 de agosto de 2010

VILMA LILIA OSELLA


REGRESO AL HOGAR

Una brisa fresca casi un viento enfría mis manos.
El invierno ha crecido y siento mi pesada carne.
Mis huesos mis dedos mi silencio
el ungüento de una tarde azulada
que enreda sus anillos en mi cuerpo.
y lo galantea levemente.
Mis ojos se olvidaron de las lágrimas.
La lengua del viento surca la esencia
palpitante de mi ser.
Una felicidad acre me circunda.
Y cuando llego a mi casa
el calor lento como lengua de fuego apaciguada
despierta la caricia primordial.
Fluye la ternura los laúdes cantan melodías celestes.
Y en los espacios de los ojos sin lágrimas
asoma la noche con fragmentos de terrena placidez.

-Buenos Aires-

1 comentario:

Anónimo dijo...

vILMA ESTE POEMA UN MANTO DE PALABRAS QUE TE TOCAN DESDE EL AIRE LO RESPIRA Y TE RESPIRA.Y COBIJAN TODO PENSAMINETO SEA DE LUZ O DE SOMBRA.CUANDO TERMINÉ DE LEERLO PUDE SENTIR CADA PARTE DE MI CUERPO COMO UN TODO... Y ESTE ABRAZO PARA VOS.
MARÍA PAULA MONES RUIZ