lunes, 5 de julio de 2010

ANA MARÍA GUERRA


LASITUD

Cuánto ansío librarme de esta sombra
embozada en los cuartos de la casa,
que devora poco a poco mis entrañas
y no sabe de tregua ni descanso.

Busco el amparo, pero quedo inerme,
intento gritar y es muda mi garganta
abro la boca y no emito palabras,
deseo llorar, pero no existen lágrimas.

Las manos no consiguen apresarla
ni percibirla mi alma inadvertida.
¡Deja de lacerar esbirro infame
que entre tu sesgo se me va la vida!

-Buenos Aires-

1 comentario:

Anónimo dijo...

NORMA DESEO AGRADECERTE LA PUBLICACIÓN DE "LASITUD". CARIÑOS, ANA MARÍA