martes, 1 de mayo de 2007

ELLÉALE GERARDI

Venerado Verso


Escúchame,
capataz de sílabas y de ritmos:
La guardiana celeste de la lengua
y el silente tutor de las palabras,
anidan en mis manos el eco de la tarde.

El amor siempre vive
con el trino divino de sus pájaros.

Lo que cae del manzano florido
es la sombra del verso que venero.

1 comentario:

LONG-OHNI dijo...

Gran poeta, hace años, muchos años que leo tu poesía y conservo tus libros, las págimas ajadas y las noches de insomnio.
Sí, es aquella la sommbra del poema, que no es poema aquello que ya es, sino la pudorosa, evanescente sombra que la vida nos deja.
Con admiración y memoria
Long_Ohni