domingo, 3 de abril de 2011

FERNANDO SÁNCHEZ ZINNY


VUELVEN LAS LLUVIAS

Por el vidrio resbalan los hilos de la lluvia:
la ciudad detenida como un convoy ausente
propaga desde el fondo del ventanal abierto
la falta de pasión y pena.

El tránsito se consumó en soledad piadosa
y la codicia yace tras los techos y muros,
hecha crepitación, rescoldos,
fragmentos de una nómina que el corazón rehúsa.

Esta ya no es la lluvia del verano
sino otra, obstinada y apacible,
como el rumor callado de un presente
que nunca dejará de serlo.

Parece un tiempo bueno para comenzar a irse:
se regalarán libros, muebles, algunos cuadros,
chucherías traídas en los viajes;
por ahí hasta esta lapicera.

Apenas deje un poco de llover saldré a la calle,
con el saco cruzado y el paraguas negro,
a encontrar la alegría de unos ojos distantes,
la impredecible luz
de la vida que sigue.

-Buenos Aires-

2 comentarios:

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Fernando: las lluvias van y vienen, tejiendo con sus hilos de brillante seda mojada, los abrigos para un vidrio frío que les pone límites. Lindo poema,

ASTOR FERNANDEZ ARAOZ dijo...

Mi estimado poeta, creo advertir que con imágenes y asociaciones algo extrañas me ha develado usted cierto misterio que teal vez presentía, que la vida, ese sólo preente, son la lluvias que vuelven, mansas, sin oaión y sin pena. Las lluvias de verano tal vez queden en la memoria.
Un poema que deja el limo necesario
Con afecto
Astor Fernández Aráoz