GORRIÓN
Un gorrión viene manso a mis manos. Lo retengo unos instantes. El fluir le reclama el vuelo. Esa no es mi misión en este cosmos inmóvil. Él va hacia los recónditos velos del éter. Quedo aquí, hueco. Ociosas las manos. Lánguidos los brazos. En la espesura del ser, Parménides hace un lazo más y lo dogmatiza.
-Santa Fé-
5 comentarios:
Sensibilidad e inteligencia. Eso hallo en esta prosa poética.
Es una caricia para el espítitu.
Un cordial saludo.
Juan, el gorrión, como los humanos, tenemos escritos los destinos y ese atavismo llama a cumplir con los designios. Ellos tienen la maravilla del vuelo en sus plumas. Linda prosa, con estima,
He leído a este autor, quien tiene un don especial para expresarse con la poesía.La prosa poética de esta publicación es fascinante.
MARITA RAGOZZA
GRACIAS!!!
Norma por tu generosidad...!!!
Un beso...
Juan José
Mientras, Heráclito ve pasar las aguas del río. Retengo un instante tu gorrión en mis manos, luego lo lanzo al aire pero queda preso en la jaula de mi corazón. Gracias.
Jorge Luis Estrella
Publicar un comentario