VILLANCICO
En el puente de Triana
un 25 de diciembre,
los ochos hijos de una gitana,
bailan bulerías y sevillanas.
En sus cuerdas la virgen,
tiende el rocío de Sierra Nevada,
el perfumen del jazmín viene
en borriquilla desde Granada.
De Almería , entre gaviotas,
un carbonero por la mar anda,
con la brisa marinera una cuna
de sueños al recién nacido le canta.
Por Córdoba , sobre una jaca,
monta la luna los lunares de su falda,
para mecer al hijo de Dios,
padre carpintero y madre gitana.
Los Cenacheros de Málaga,
venden boquerones en la plaza
en un almirez trituran,
las penas y las lenguas malas.
Un cuchillo ingles quiere,
sangre onubense sobre la cama,
una navaja teje el Tinto hasta Triana,
el carmín de Huelva, al niño baña.
San José, olivos del monte talla,
las aceitunas por Santa Catalina saltan,
por los señoriales caminitos de Jaén
las varas de mimbre al pobre atracan.
Viene montado en bruma,
cante jondo desde la blanca sabana,
para que el llanto del niño fuera alegría,
nanas le susurra Camarón, de Cádiz el alma.
Desde Sevilla, viene la Macarena,
visten sus, guapas, las noche pura y llena,
llora el gitano, en la torre del oro saetas,
pasea la giralda la cruz que el niño lleva.
Los ochos hijos de una gitana,
visten de arte el portal de Triana,
bautizarlo con el reflejo de los charcos,
que ha nacido en la noche buena un andaluz gitano.
En el puente de Triana
un 25 de diciembre,
los ochos hijos de una gitana,
bailan bulerías y sevillanas.
En sus cuerdas la virgen,
tiende el rocío de Sierra Nevada,
el perfumen del jazmín viene
en borriquilla desde Granada.
De Almería , entre gaviotas,
un carbonero por la mar anda,
con la brisa marinera una cuna
de sueños al recién nacido le canta.
Por Córdoba , sobre una jaca,
monta la luna los lunares de su falda,
para mecer al hijo de Dios,
padre carpintero y madre gitana.
Los Cenacheros de Málaga,
venden boquerones en la plaza
en un almirez trituran,
las penas y las lenguas malas.
Un cuchillo ingles quiere,
sangre onubense sobre la cama,
una navaja teje el Tinto hasta Triana,
el carmín de Huelva, al niño baña.
San José, olivos del monte talla,
las aceitunas por Santa Catalina saltan,
por los señoriales caminitos de Jaén
las varas de mimbre al pobre atracan.
Viene montado en bruma,
cante jondo desde la blanca sabana,
para que el llanto del niño fuera alegría,
nanas le susurra Camarón, de Cádiz el alma.
Desde Sevilla, viene la Macarena,
visten sus, guapas, las noche pura y llena,
llora el gitano, en la torre del oro saetas,
pasea la giralda la cruz que el niño lleva.
Los ochos hijos de una gitana,
visten de arte el portal de Triana,
bautizarlo con el reflejo de los charcos,
que ha nacido en la noche buena un andaluz gitano.
-Almería, España-
2 comentarios:
!Excelente la Revista Papirolas ! y los poemas presentados. !Suerte!
El villancico es una bella canción breve, con un infaltable estribillo que se repite varias veces, y de temática religiosa. Deleita en forma de "cánticos" en la noche de Navidad, recorriendo las calles de España hasta que nos llega la madrugada. José Mera y Pérez
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