martes, 7 de diciembre de 2010

SILVIA LONG-HONI


DE LAS PALABRAS

¿Para qué las palabras
si está el beso
y el tiempo que transcurre
y el delicado fuego
de amapolas ardientes?


-Buenos Aires-

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es verdad que está el beso, y que las palabras suelen postergar o malograr ese beso que transforma el deseo en acto, superando todas las palabras. El impulso vital tiene una sabiduría que la razón tarda en comprender o traiciona. Muy bien escrito Silvia. Rubén Vedovaldi