miércoles, 6 de octubre de 2010

SEBASTIÁN JORGI


BORGES
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A Roberto Alifano


El hombre de los anteojos negros subió al taxi, que se perdió enseguida tras de una esquina. Ya se sabía ciego y sintió horror al percatarse de que había sido producto de un engaño por parte de aquellos señores educados de uniforme.
La mujer que lo había visitado una tarde no estaba en sus cabales: una historia del todo descabellada e im-posible de creer que sucediese en su país. Pero presentía que la presidente depuesta no había sido suplantada por ninguna Alicia, sino por el poder del Caimán. El hombre de los anteojos negros reflexionó que el odio de Martín Fierro simbolizaba un poroto ante lo que estaba pasando. Más valía ser Dahlmann y haber muerto en la llanura. ¿Seguir escribiendo? La realidad era más incitadora que la fantasía. ¿Para qué más cuentos?
Dejó el bastón y se tendió en la cama. Desvió sus ojos —que ya no veían— hacia la ventana que daba a la calle Maipú. A pesar de la ceguera, percibió un olor como de odio. Comprendió que era un testigo, como Recabarren. Y ni siquiera le quedaba el consuelo de soñar que la pelea sería a cuchillo.

-Buenos Aires-

6 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias, mil gracias, con la foto de Borges!!!!
muy bueno todo, realmente, lo de ANA MARIA muy lindo
un beso
sebastian

galáctica dijo...

Qué bueno, Sebastián, este cuento breve, que lleva en sí los personajes de Borges, el tema del traidor y el héroe(uno de sus predilectos) y la realidad que no es lo que parece.En este caso la realidad es el golpe militar, del que Borges no quiso hacerse cargo. Es un cuento excelente, que reproduce los personajes borgianos y su problemática.Felicitaciones Irene Marks

Anónimo dijo...

es asi, Irene, es asi, te agradezco, eres una lectora eficaz,mejor expresado: mi mejor lectora de estos últimos tiempos. Gracias a Norma, te he conocido y jamás dejaré de agradecerle a ella y a su
café...bueno, nos vemos pronto.
Sebastián

Anónimo dijo...

Un encuadre magistral de la realidad del país y de la realidad de Borges. La prosa se desliza con un ritmo atrapante y la narración desemboca en la impotencia de Borges frente al odio que huele. Una maravilla.

Jorge Luis Estrella

Anónimo dijo...

Una interesante propuesta Sebastián, con gran economía y lecturas sugerentes. Coincido con los aplausos de los amigos.
un abrazo

Elisa Dejistani

Literalia dijo...

Muy apreciable Sebastián:
Soy seguidor de Revista Papirolas. Me une una grata y cordial relación con Norma Padra, quien ha tenido a bien el nosotros invitar a sus gentiles escritores a colaborar en nuestro certamen internacional de poesía.
Te suplico respetuosamente nos distingas con tu participación, enviando un poema al blog www.literaliamexico.blogspot.com
Con afecto:
Arturo Juárez Muñoz