Sabatina sobre la ciudad, la lluvia.
Las agujas no llegan aún al mediodía
los jóvenes duermen profundo
o lamen condolidos sus heridas.
Día de junio oscuro partido
de un mundial de fútbol
en camisón doblo la ropa seca lavada.
Las agujas no llegan aún al mediodía
los jóvenes duermen profundo
o lamen condolidos sus heridas.
Día de junio oscuro partido
de un mundial de fútbol
en camisón doblo la ropa seca lavada.
El viejo canasto la recibe
como yo recibo este lavado celestial
para mi ciudad mendiga de blancura.
como yo recibo este lavado celestial
para mi ciudad mendiga de blancura.
Del libro en edición: "La Misma que Soy".
Ed. Vinciguerra
-Buenos Aires-
3 comentarios:
Hermoso poema que invita a pensar entre los deseos implícitos y las realidades penosas,¡cual uscura! debe ser la ciudad y las perspectivas de sus habitantes,para que mendigue blancura
Michou: la lluvia purifica, lava la última capa de depósitos de tu ciudad, mientras el reloj sigue marcando situaciones. Me gustó, te abraza, Laura.
Pequeño y condundente poema, casí relato. Felicito a la autora por su manifestación!!!
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