jueves, 2 de septiembre de 2010

MARITZA LUZA CASTILLO

INDIGNO

Desde lo mas entero de mi ser,
Una parva de gemidos escabrosos
Soplaron ahogando la pugna místico entre mi alma
Y mi dignidad social

A esa hora,
Por la segunda agonía del ocaso
Retalla todavía tu recuerdo
Cegándome casi
Con ese vientecillo que viene en abundancia
Llora por mi
Seca mis lágrimas no natas
Y pavimenta mis pasos recreándote
Con el suplicio de todos mis momentos a tu lado

Me da miedo alzar la mirada
Y que tu centella me alcance viniendo de lejos
Para abandonarme de nuevo en la punta de la eternidad
Busco un lugar
Incluso en la piel
Donde tus caricias no hayan tatuado tu nombre

Me reduzco a aflicción y flaqueza
Me juzgo una tumba andante
Sostenida en lo que fue lo nuestro

Ahora mismo
Vuelvo sobre mis pasos
Despliego ese gigantesco montículo sobre la noche
Engendrado en mi desesperación
Perdonen estoy con prisa
Aquí compro mis sueños
Mis ojos henchidos de ilusión
Indigno de bendición
Acepto hundirme en sus arenas movedizas

-Lima, Perú-

2 comentarios:

Juan Carrizo dijo...

este poema me llego muy profundo,su terminología me sorprende,sus metáforas me alcanzan

Anónimo dijo...

Muchas gracias Norma por publicar ese poema, la verdad y te lo digo en serio no me acordaba que te habia enviado ese poema.

muchos cariños
malu