domingo, 12 de septiembre de 2010

ABEL ESPIL

A mi madre Mercedes Bonachera Espil de Passalacqua

CONFESIÓN

Cuantos días
junto a atardeceres,
o en noches por compañía,
te observe y te escuche
no abandonando el bregar
esperando el nuevo mañana.
Recordar no quiero
porque en el sufrir llevo
tus mentiras y tus secretos.
No me queda más madre!
Que el amarte
en el gritarte ..Mamá!!!

-Buenos Aires-

4 comentarios:

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Abel: bella palabra que compendia todos los sentires del hombre. Un grito grabado en el alma, para siempre. Un saludo de,

Sonia Cautiva dijo...

Abel, en el espectro de la vida, es un don,¡vaya a saber por qué ganado! Ese don, el de la presencia de una buena madre, cubre todas las asperezas que contiene esa vida.
¡Me gustó mucho!
Un abrazo
Sonia

Anónimo dijo...

Me parecio muy conmovedor tu recuerdo hacia tu madre .Nos encontramos en el poema . Lia

Gustavo Tisocco dijo...

Bello homenaje Abel a quien siempre está.
Saludos, Gus.