jueves, 10 de diciembre de 2009

GRACIELA LICCIARDI


La muy bella cantó al amanecer sus pesadillas
Rompió equipajes acumulados por años
Cientos de botellitas inútiles
Sueños despilfarrados
Un motín lleno de olvido
La casa abandonada de su alma

La muy bella lloró a sus vivos
Y a sus muertos les sonrió amablemente

Comienzo de nuevo
Otra vez en blanco
Otra vez vacía de plenitud


De su libro: "Bajofondo"
-Buenos Aires-

3 comentarios:

Gustavo Tisocco dijo...

y siempre es todo un empezar Gra, buen poema.
Saludos Gus.

Anónimo dijo...

Graciela: tu poema es el fiel reflejo de la vida. Morir y renacer, internamente o en el afuera, son su esencia. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

Anónimo dijo...

Llorar a los vivos, estar vacía de plenitud. Excelente. Un beso, mi querida Graciela.

Jorge Luis Estrella