miércoles, 9 de diciembre de 2009

CARLOS MARGIOTTA


LA MUJER DEL CUADRO

Desabrochó su cuerpo
desde la nuca hasta los pies
y lo arrojó sobre la sábana tendida.
En la orilla mineral de su organismo,
los contrarios bailan un tango:
el blanco y el negro,
la curva y la recta,
arriba y abajo.
En la aldea, el arrabal del deseo
es un caldo volcánico que se derrama
ocupando un territorio sin contornos
de barro y de fuego.
Las emociones pujan por salir
y se transforman en colores.
Las palabras convertidas en ideas,
son trazos gruesos de un pincel.
Y en el fondo de la crisis,
el cielo alumbra a una mujer que gime.
Gime cosiendo sus partes de seda y algodón
esperando que la unidad se realice.
La mujer se abrocha en un cuadro
desde la nuca hasta los pies con belleza
y nos contempla desde allí
y nos llama con pasión
para recordarnos el sentido.

-Buenos Aires-

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Carlos: una hermosa pintura de la pintura y sus connotaciones. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

Anónimo dijo...

MUCHAS GRACIAS NORMA, SIEMPRE TAN ATENTA
CARIÑOS
C. Margiotta