viernes, 16 de octubre de 2009

MARÍA ROSA LEÓN




VOCES

Quizás sean
más elocuentes
los silencios.

No hay duda
que la fuerza
de un beso,
un abrazo,
una caricia
supera
la significación
de mil palabras.

Es innegable
que los susurros
y los suspiros
llegan a lo más profundo
del corazón.

Pero ¡cómo
me enternece
que me llames
"querida" y me regales
un simple "te quiero"!

De: "Travesía" (LEO - 2009)
-C. de Patagones, Buenos Aires-

11 comentarios:

Norma Padra dijo...

Querida María Rosa, bello poema en la espera del amor.
Te espero para darte un abrazo!!!
Cariños de Norma

Anónimo dijo...

Amiga querida: los silencios acompañan, los abrazos miman, los susurros movilizan pero...el "te quiero" complementa. Gran verdad. Quien, cuando puede, te abraza para contenerte, Laura Beatriz Chiesa.

Avesdelcielo dijo...

Hay silencios elocuentes, compañeros. Tu sensibilidad, María Rosa, lo ha captado.
Hermoso poema.
MARITA RAGOZZA

Anónimo dijo...

¡Gracias, Norma por abrirme las puertas!
Un beso grande
María Rosa

Anónimo dijo...

Siendo escritores y estando en Internet la palabra es nuestra herramienta y me alcanza, amiga, para decirte: "Te quiero".

Jorge Luis Estrella

Anónimo dijo...

¡Mil gracias, Jorge Luis, Marita, Laura y Norma, una vez más!
Sus palabras y su afecto completan esas voces tan queridas.
Un beso grande a todos.
María Rosa León

Gustavo Tisocco dijo...

Leerte María Rosa siempre es un placer y como dices tú "aplausos cerrados" para ti y obviamente para Normy.
Un abrazo gus.

Juan Carrizo dijo...

Las cosas simples o las expreciones comunes,son las mas significativas,cuando son dichas,mirada a mirada,boca a boca,enternecen y trascienden mas allá del alma,un simple te quiero puede ser un bálsamo para un corazón afligido

S .M.T dijo...

MB MAFRIA ROSA
un fuerte abrazo !

Anónimo dijo...

¡Gracias, Gus, Juan y Estrella del mar!
Un beso grande a todos
María Rosa León

Marta Ortiz dijo...

quizá sea más elocuente el silencio, pero una palabra oportuna, puede hacer temblar y hasta cambiar el orden del mundo. Bello poema. Un abrazo, Marta