jueves, 3 de septiembre de 2009

KARINA SACERDOTE

EXTRA-TEJÍA

Penélope tejía sin parar. Tejía parada o sentada. Dormida o despierta. Tejía y destejía para tejer extra, para que no se le terminara la lana de todas las ovejas, para que no se abandonaran sus dedos en la inactividad. Tejía, además, para ejercitar sus manos y hacerlas ágiles de caricias, para que sus manos, en buena forma, también besaran como bocas y tocaran el cuerpo de Ulises como música tranquilizando a un niño. Quería esperarlo aún sabiéndolo objeto de las nereidas. Aún sabiéndose mortal enamorada de un hombre que está siempre alejándose.Y es que Penélope tejía toda su alma en esa espera. A punto simple, acompañada de fantasmas. Sabía que al fin, cuando las ninfas y las musas y las sirenas se cansaran de su héroe, cuando su héroe se cansara de las aventuras, él se abrigaría en su regazo. Se quedaría en el tejido infinito de su amor.


-Buenos Aires-

3 comentarios:

Juan Carrizo dijo...

Tu tambien Karina "Tejes y entretejes prosas"en este caso de la mitología griega, que con el devenir de la vida abrigarán tus recuerdos de poeta y te daran el calor necesario para que las nostalgias te embriaguen con la medida exacta de la satisfación (Bella prosa)

Anónimo dijo...

Una verdadera delicia, Karina, me subyugó tu versión de esta historia tan conocida. Y, encima, esos delfines de Greenpeace, pasando y pasando. Buenísimo.

Jorge Luis Estrella

©Claudia Isabel dijo...

KArina, un tejido maravilloso!!!
Que placer leerlo!
Un abrazo