viernes, 5 de junio de 2009

JORGE LUIS ESTRELLA

EL DIRECTOR DE ORQUESTA

Se enfermaba el aire
ante el merodeo aleteante de los pasos.
El estanque, nublado,
hería la columna de los peces.
Árboles, a gritos,
mordían la luna en pleno día.
Cóndores sin plumas
picoteaban el alimento de los gatos.
Ni siquiera había Apocalipsis,
sólo un estarse quieto
ante el derrumbe.
Terraplén de sorpresas
que pasaban inadvertidas.
De tan vicioso, internaron al círculo,
pero su adicción permanecía.
El libro de quejas estaba harto
y no había dinero para comprar otro.
Con las manos atadas a la espalda,
el director de orquesta dirigía.


-Buenos Aires-

8 comentarios:

Gustavo Tisocco dijo...

Jorgito, su magia, su originalidad, su calidez.
Gracias por este y todos tus poemas Estrella...
Gus.

Anónimo dijo...

Gracias, Normy, por publicar este poema y me encantó la ilustración que pusiste. Verdaderamente, muchas gracias.
Gracias también a Gus por su generoso comentario.

Jorge Luis Estrella

Anónimo dijo...

MAESTRO DE LAS LETRAS DIRIGIENDO UNA ORQUESTA DE POESIAS!!!
BRRRAAVVISSSIMO!!!
NormyP.

Juan Carrizo dijo...

El director de la orquesta es decir Dios está atento a las quejas de la humanidad en cuanto, a la contaminación hambiental y auque parezca que tiene las manos atadas a las espaldas como no pudiéndo hacer nada,no es tan asi ¡pronto le dará fin a estos problemas! ante de lo que muchos imaginan (me pareció que el poema era alegórico a él si me equivoque perdona por mi ignorancia)

Anónimo dijo...

que lindo la música de lo
minimo en lo máximo de lo atado
peces y pájaros que el director dirige en la partitura en su espalda
saludos
pablo queralt

Emilio. dijo...

¿Que tal van nuestras luciernagas, Jorge?

Emilio.

Anónimo dijo...

¡Oh!, además de manifestarte, querido Jorge Luis, que me reconforta tu valoración, te extiendo la mía respecto del modo en que nos has dejado a Norma, a mí, a los visitantes, la tuya.

Abrazos para Norma, para vos, para los que bien nos quieren.


ROLANDO REVAGLIATTI

Anónimo dijo...

¡Oh!, además de manifestarte, querido Jorge Luis, que me reconforta tu valoración, te extiendo la mía respecto del modo en que nos has dejado a Norma, a mí, a los visitantes, la tuya.

Abrazos para Norma, para vos, para los que bien nos quieren.


ROLANDO REVAGLIATTI