jueves, 15 de enero de 2009

SUSANA LIZZI


EPÍLOGO

Lejana parece la palabra que no pronunciaste
la ausente
la que no arribó a mi tiempo desbocado
a esta cruel aspereza tardía.
No te demores sol no te demores luna viento tragedia
no retrasen su estrépito constante
apresúrense a cargar con mis horas vencidas
antes de que mi reloj
estalle por su cuenta.

3 comentarios:

Juan Carrizo dijo...

Las palabras no dichas al tiempo debido ,causan tragedias irremediables,dolores que no se pueden,remendar con retazos de esperanzas (No hagas que el reloj estalle,el consuelo puede llegar por donde no lo esperas) bello poema ..intrigante

Anónimo dijo...

Gracias por el comentario. Ya sabe usted cómo es esto: el yo lírico por un lado, y la vida real por el otro. Saludos cordiales. Sú

Gustavo Tisocco dijo...

Hermoso y sutil poema, la palabra nos salva.
Un abrazo Gus.