domingo, 7 de diciembre de 2008

SILVIA LONGHONI


Y ACASO NO TE ENCUENTRE

Te busqué entre las sombras del más cruel desamparo,
en la ruta callada que transitó el ausente,
en ese olor a flores que resume la muerte,
en la foto amarilla que no tiene palabras.

Y te sigo buscando como el perro perdido
que no cree ni entiende tan brutal abandono
y vuelvo a la esquinas donde estuvimos juntos
por si quedan los rastros, la señal de algún paso,
un café detenido, un eco de palabras

Pero todo es silencio, fragor de vida muerto,
un féretro implacable bajo nubes tan grises.
una cinta violeta con tu nombre desnudo.

Hermano, yo te busco por el mismo camino
en que fue nuestra infancia y nosotros las sombras,
nuestros propios amparos en días desolados.

Miro el río, los bares, el paso de los trenes,
la ciudad por la noche, las plazas, la memoria,
pero sé que estás muerto y acaso no te encuentre.

2 comentarios:

Juan Carrizo dijo...

Un poema desgarrador,transitando por los recuerdos que otroras fueron realidades que sostenian lazos sanguinios besos abrazos risas gozos,que luego fueron destrozados,dejando heridas abiertas hásta desangrar de ésta manera,con un poema que emociona hásta las lágrimas (muy significativas tus letras)

Anónimo dijo...

Comparto lo dicho por Juan. Un poema desgarrador. Una búsqueda incesante. Un lugar incierto. Una flor que marchita en soledad. Tambíen mis lágrimas.
Víctor H. Tissera