domingo, 7 de diciembre de 2008

JORGE LUIS ESTRELLA

AQUÍ

Aquí está lo que tengo adentro
entre las uñas
entre los dedos de la muerte
debajo de la columna semivertebral
escondido en el globalizado globo del ojo
aquí está mi parámetro monstruoso
para medir la niebla
el equilibrio del ave en vuelo
la tormenta leve
y el terremoto devastador.
Aquí
hurgando mi monedero
está la pobreza de los que comen agua estancada
y la pobreza de los que no les importa
aquí
aquí la lanza sangrienta de los fetos asesinados
y de todos los que para bien debieron ser fetos asesinados.
Aquí
cerca de mi lejanía
estorbándose codo a codo con lo que se pudre
está la vida dando portazos contra la indiferencia
aquí
aquí
noqueada luz de fiebre sin esperanza
está lo que no está ni pudo haber estado
pero que está porque yo quiero que esté
aunque no esté.
Aquí la sombra animándose a ser árbol
y el estómago animándose a no somatizar el espanto
y la piel de los despellejados que se animan a cantar
aún hoy que es día de silencio obligatorio
después de tanto escándalo sin sentido.
Aquí los infinitos nombres de los que necesitan trabajo
y de los que necesitan descansar del stress
y de los que piden con la mano extendida
y de los que ya no necesitan nada porque les sobra todo
pero quieren más.
Aquí está la línea que se cruza fácil
y la que no se puede cruzar
y la que cuesta varios huevos pasados por agua cruzar
varios huevos rotos extenuándose en el deseo
inconcluso.
Aquí está la furia recién despierta
y la que duerme esperando que la despierten
y aquí la sed de paz
paloma ahuecada entre caramelos ácidos.
Aquí también lo que gotea.
Aquí entre los omóplatos de la muchacha atropellada
sudor de sangre que vuela en el absurdo
la secuestrada fe por la que piden dólares arrugados
euros desagradecidos
pesos negros.
Aquí entre los esteros pantanosos
flotando como estambres digitales malparidos
la gloria desaprovechada
el alquiler que no se puede pagar
la enfermedad real y la fingida.
Aquí está el animal con otro animal en la boca
el hombre con otro hombre en la boca
la boda sonriendo como una caricatura
aquí entre el ombligo de los futuros nietos
y los senos cancerosos y los sanos de las modelos
ubicua y desubicada anemia que se cura con remedios falsificados
cadera rota por caerse de la luna a la tierra
esa ilusión primaria que nos convierte en ilusos primarios
primates bobos
aduciendo aquí lo que el aquí precisa.
Aquí está la inmensa nube que traerá la inmensa lluvia
el diluvio mínimo la inundación máxima
las madreselvas corriendo de orilla a orilla
el conocimiento que de tanto conocer se vuelve ignorancia.

Cada uno tiene derecho a ser violado ultrajado vendido estafado
aquí es el lugar donde rige ese derecho inalienable.
Aquí entre los vírgenes labios que ya no esperan besos.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, querida Norma, por publicar este amargo y largo poema. Sos un amor.
Jorge Luis Estrella

Liliana V. dijo...

¿Algo se puede decir de la maestría de este hombre?
yo creo que no.
Besos
Liliana

Anónimo dijo...

"PROFE" ESTRELLA: SI, ES MUY DOLOROSO, PERO ESCRIBIS CADA DÍA MEJOR!!!
ABRAZOS DE NORMY P.

Anónimo dijo...

Bellísimo poema con su hondura de dolor.
Víctor H. Tissera

Susana Lizzi dijo...

Visceral y profundo, pero además, poético. Felicitaciones.
Susana Lizzi

Juan Carrizo dijo...

Sin dudas has vivido a los arañasos Jorge para que debajo de las uñas tengas el parámetro para medir la niebla,uñas de tigre viejo, lleno de experiencias que te dá la autoridad suficiente,como para describir las visisitudes de la vida,los sinsabores,lo nefasto de ir tras metas efímeras,de la locura que invade somete a la humanidad y la desdeña,hásta llegar a ser ilusos..(extraordinaria poesía Jorge) lo de tigre viejo no es por la edad porque somos del mismo tiempo casi

diana poblet dijo...

Yo entiendo. Cómo no entenderlo.
Me duele abajo de las uñas de tanto arañar la esperanza.
Sólo que me quedo con esto:

Aquí la sombra animándose a ser árbol

tal vez por infantilismo, tal vez porque el árbol es mi origen, ese verso puesto ahí, en medio de todo el cráter sigue generando nidos.

Igual que tu poesía.
abrazo estrellado,
d.