martes, 11 de noviembre de 2008

JUAN JOSÉ MESTRE


NADERÍA

El árbol juguetea con los nidos de los pájaros, indiferente a la rutina violentada del acaso. Por momentos, es como si la vida pasara por otras sendas impropias para los vientos que la locura impone por estos días. Nada hay en el horizonte que justifique seguir un sueño y, sin embargo, se sueña. Alucinados los poros de tanta sombra, se vuelven torpes a la hora de empapar la piel con los colores. Paradoja de la suerte y de los símbolos, un colibrí se posa en el pálido vientre de algún lirio…

2 comentarios:

diana poblet dijo...

Hermoso Juanjo, delicado y bello.
abrazo,
d.

Anónimo dijo...

MESTRE: TUS POESÍAS SON PARTE DE NUESTRA VIDA COTIDIANA... A VECES NO LA VEMOS...
GRACIAS.
NORMY