jueves, 13 de noviembre de 2008

GRACIELA WENCELBLAT


ENTONCES

Proteger los murmullos del viento
para que sigan hablandole a los árboles
rocen las petunias azaleas
decoren con astucia los nidos recién hechos.
Detener la fuerza del mar
que las mareas no suspendan los viajes
y cada barco llegue a destino
o por azar encuentre y se sorprenda
del amor.
Jugar con fantasías
y aunque imposibles suponer
que algún día
o tal vez
me nombres y te nombre.

Entonces sí alzar vuelo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hermoso sorprenderse con cada poesia que escribes Graciela. un abrazo enorme.
Guille

diana poblet dijo...

Grace va. Contraviento de alma, ella va, sin detenerse invoca a la poesía y es en ese momento sublime cuando la poesía, es.

abrazo,
d.