domingo, 6 de mayo de 2007

ANTONIA B. TALETI

CUANDO YA NO EXISTA DIREMOS


que el mar era el poema.
En su sinestesia, salobre y colorida
porfía en un ritmo de olas
para alcanzar el borde de la playa
donde el verso acaba.

Transmutado el sentido
se aloja en lo profundo
preso en la forma diminuta
o monstruosa
emerge y centellea
sólo un instante para ser percibido o capturado.

Los dioses marinos sellaron en la sima
las claves del pasado y el devenir desmesurado
los niños avanzan inocentes hacia el mar,
reconociendo el juego que nunca olvidaron
el agua mece, abraza, penetra,
la boca se cierra y todo
el cuerpo percibe lo intraducible
volver.

Cuando ya no exista diremos que el mar
era el poema.



“La voz que nunca alcanzo”
Ed. Ciudad Gótica

1 comentario:

Gustavo Tisocco dijo...

Excelente poema Antonia, brillante!

Un abrazo Gus...