domingo, 11 de febrero de 2007

CRISTINA PIZARRO

QUINTAESENCIA


El Caos preexistió a la energía eterna.
Después de aquella muerte espiralada,
nacimos tú y yo.

Las nubes habían escondido tu esencia.
El Verbo fulguró entre los dioses.
Se anunció
en el universo
la creación del Gran Libro.

Un ritmo numérico se urdió armoniosamente.
Nuestras envolturas visibles danzaron en los espacios
y nuestros giros iban pronunciando los sonidos del tiempo.

Palabra.
Principio hacia la verdad.
La amenaza se desdobla
desvaída,
desechos de odio tiranizan
esta alteración vertiginosa.

Ofrendaré los pétalos de mi alma,
impregnada por las primeras aguas,
me desintegraré hasta mi propia semilla
y retornaré a mi pequeño tallo perfumado por la estrella.

En un pentagrama permanecerá caligrafiada
la inmortal felicidad.



ooooOoooo


MARIPOSA-MUJER

En mi tierra de origen todavía ríen las montañas.
El sol y la luna se unen
en el tiempo y la eternidad.

Me gusta acercarme a los árboles,
entregarme al viento,
descubrir que mi corazón fecunda en paz
entre alas espiraladas.
Con su reflejo romboidal
las escamas erotizan el ritmo
de las aguas mansas.
Deambulando
piedras preciosas se cobijan.
A lo largo de la orilla
voy siguiendo los diamantes
en el círculo
sin principio ni fin.

Porque sé
que renace
para siempre
lo efímero.

de su libro:
"Jacarandaes en celo" (2003)

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