
El pasado lleva a buscarte
en el viento,
borrasca que va y no vuelve.
El alma disimula ante la muerte,
Anudando a su prisión de dolor
y miedo
la memoria ardiente.
Largo a largo,
El silencio susurra su vacío
Ante una copa de rojo vino
bebido a sorbos lentos
como los primeros besos.
Los ojos hurgan
tras las abiertas puertas
Sombras deshechas sobre el mar.
Arrastro el deseo de retornar
a tus manos
mientras persigo
el fulgor de los días aquellos.
Inútil.
Tiempo es de alejar a los que lloran
en el viento,
borrasca que va y no vuelve.
El alma disimula ante la muerte,
Anudando a su prisión de dolor
y miedo
la memoria ardiente.
Largo a largo,
El silencio susurra su vacío
Ante una copa de rojo vino
bebido a sorbos lentos
como los primeros besos.
Los ojos hurgan
tras las abiertas puertas
Sombras deshechas sobre el mar.
Arrastro el deseo de retornar
a tus manos
mientras persigo
el fulgor de los días aquellos.
Inútil.
Tiempo es de alejar a los que lloran
las prestadas mañanas que nos dio el equívoco.
-Buenos Aires-
3 comentarios:
Un poema triste esencialmente porque está lleno de remembranzas de instantes inolvidables,que regresan en la voz del viento o por el alcohol rojo mutante (precioso versos)
El silencio susurra su vacío dice un verso de este poema que la poeta arranca desde la entraña más íntima al convocar besos y lejanías de ausencia que la llevan a entregar una poesía dolorosa pero totalmente genuina
Michou Pourtalé
Zoraida: el pasado tiene la carga de lo ya vivido. El miedo, la memoria, los silencios se rinden ante..."una copa de vino bebido lentamente". Un abrazo de,
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