RAZÓN DE SER
Son torrentes de sombra en el roce de las caricias,
en la atracción súbita del humo inaferrable,
en la parte gruesa del mordisco,
en la amplitud con que las piernas dirimen un contacto.
Son ardides de un génesis atávico urdido en la fronda de los eones.
Rugiente fiel de los instantes la sentencia inequívoca de aquello que de luz tiene la tiniebla.
Sometidos a esta ley recusamos lo atroz de conocernos.
Apenas predecibles en el goce o esclavos de un arcano que no se intuye,
nos hundimos en la inercia de buscar la llama, y de quemarnos.
en la atracción súbita del humo inaferrable,
en la parte gruesa del mordisco,
en la amplitud con que las piernas dirimen un contacto.
Son ardides de un génesis atávico urdido en la fronda de los eones.
Rugiente fiel de los instantes la sentencia inequívoca de aquello que de luz tiene la tiniebla.
Sometidos a esta ley recusamos lo atroz de conocernos.
Apenas predecibles en el goce o esclavos de un arcano que no se intuye,
nos hundimos en la inercia de buscar la llama, y de quemarnos.
3 comentarios:
Gracias, siempre muchas gracias, y nos vemos el sábado.
Abrazón.
Ricardo Rubio
ES UN GUSTO CONTAR CON GENTE TAN QUERIDA ESE DÍA EN RÍO DE LETRAS.
UN ABRAZO PARA VOS DE NORMY P.
nos hundimos en la inercia de buscar la llama, y de quemarnos.
Impecable, propio de la maestría.
abrazo,
d.
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