DE ASESINOS AUDITIVOS
Ella venía a matarme suavemente con su canción
yo escuchaba una y cincuenta veces
balbuceante mi inglés acompañaba insistente
hasta que me dejaba en la puerta
hiriendo hasta el último recuerdo en el llamador de bronce
y el disco se rayaba y mi noche resplandecía musical
hasta ahora, recién nacida la magia del estribillo matador
todo llegaba brioso, en zapatillas la vida
para andarla todo terreno y sin esquives
sin temor de pozo ciego ni muros de Berlín
sólo esa canción venía a matarme suavemente
cuando otra era la espera y otro el sol
y hasta la luna era otra antes de morir.
Ella venía a matarme suavemente con su canción
yo escuchaba una y cincuenta veces
balbuceante mi inglés acompañaba insistente
hasta que me dejaba en la puerta
hiriendo hasta el último recuerdo en el llamador de bronce
y el disco se rayaba y mi noche resplandecía musical
hasta ahora, recién nacida la magia del estribillo matador
todo llegaba brioso, en zapatillas la vida
para andarla todo terreno y sin esquives
sin temor de pozo ciego ni muros de Berlín
sólo esa canción venía a matarme suavemente
cuando otra era la espera y otro el sol
y hasta la luna era otra antes de morir.
5 comentarios:
Hola Diana: me encanto el poema que cantaba "Areta Franklin".Un abrazo de Normy P.
Norma, la del posteo impecable rayando otra vez el disco para volver a matarme suavemente con su canción. En aquellos tiempos, cuando nos dejábamos matar sin daños colaterales para el alma.
Gracias por el gesto,
abrazo,
d.
Gracias Norma por tu generosidad y tu oído que también suena a recuerdo.
Un beso,
d.
Tengo un frasco de luciérnagas para iluminar la noche que llevo encima- diana poblet
http://remontandosoles.blogspot.com
Puedo imaginarte Diana,,briosa en zapatilla desafiando los márgenes de la vida,saliendo airosa.abiéndole la puerta a la música que insistia en tu llamador de bronce,todo oido todo corazón dispuesta aa morir una y cinncuenta veces...(si pudieran volver ésos soles y ésas lunas:¿verdad?) (gracias Diana son 6 y 30 de la mañana del día 11 de diciembre me deleitaste en horas tempranas
Gracias Juan, parece que son muchos los insomnes, tal vez el calor, tal vez el clima del mundo.
Un abrazo desde la poesía que es lo único que realmente nos sigue matando suavemente con su canción.
d.
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