
LA SALIDA
No guarecer en sus brazos
no deambular extraviada en el beso
no editar esa leyenda grotesca
ni desenterrar el margen del cuchillo
ni sufrir la opaca prisión de las sábanas
tampoco un tango con semifusas de ausencia
nada de nada
entraño una compañía quieta
relajo los pies del sentimiento
invierto universos erráticos.
No a oírlo
ni detener mis ojos en su paso
no a su perfil hipocondríaco ni a un café
no al contratiempo de la lágrima.
Sí a esta claridad bruta que no anochece.
Poesía es la puerta que se abre
de espaldas al dolor.
No guarecer en sus brazos
no deambular extraviada en el beso
no editar esa leyenda grotesca
ni desenterrar el margen del cuchillo
ni sufrir la opaca prisión de las sábanas
tampoco un tango con semifusas de ausencia
nada de nada
entraño una compañía quieta
relajo los pies del sentimiento
invierto universos erráticos.
No a oírlo
ni detener mis ojos en su paso
no a su perfil hipocondríaco ni a un café
no al contratiempo de la lágrima.
Sí a esta claridad bruta que no anochece.
Poesía es la puerta que se abre
de espaldas al dolor.
4 comentarios:
¿Cómo te lo digo?...Gracias, por esta alegría de otoño raro que a veces me apoya los ojos sobre la tristeza.
Gracias porque estás ahí con varita de magias y encuentros.
Gracias por la palabra que generas.
Que tu vida sea el reflejo de la belleza que siembras a diario.
Con mi cariño,
diana poblet -
Un gusto leer tu poema, como siempre!!!
Caro Iglesias
Un cierre genial para esta bella poesía.
Un abrazo Gus.
Caro y Gus, gracias por esas palabras.
abrazo,
d.
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