Albedrío
la tarde
cae oblicua
a la orilla del camino
cae oblicua
al invierno
al cielo
mismo
y yo no sé
que hago aquí
no recuerdo
porqué
tiemblo.
ooooOoooo
Soleados
I
la protección ambarina del Sol
abre sus alas
sube
por los murmullos de la siesta
bendice
la delgadez del aire.
ooooOoooo
Ecos
cuando en la
ciudad
te veo así perdido
niño
así mis pasos
dejan de pesar
porque llega ese
viento
que me desnuda
siempre
entonces los pasos
se hacen
saltos
- inmensos -
y otra vez
soy un
náufrago
urbano
enfermo
en desamparo.
“Tierra Prometida”
Ed. Los Lanzallamas
martes, 1 de mayo de 2007
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1 comentario:
Muy buenos poemas, placer da leerlos.
Un abrazo Gus.
http://poemasdegustavotisocco.blogspot.com
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