
VIEJO ARCÓN
Si alguna vez aquel arcón roído
devolviera sonrisas de un verano,
y pudiera buscar desde un humano
aquel humor vivaz que hoy es olvido.
Con cautela y pudor muy conocido
yo volvería a ver, en esa mano,
la fuerza del que fue mi soberano
y no la dimensión de lo perdido.
Quise reír feliz y fue imposible.
Revivo día a día lo temible
de las horas sombrías del pasado.
Accedo con recelo a los umbrales,
de aquellos tempestuosos vendavales
que alentaron mi llanto atormentado.
Si alguna vez aquel arcón roído
devolviera sonrisas de un verano,
y pudiera buscar desde un humano
aquel humor vivaz que hoy es olvido.
Con cautela y pudor muy conocido
yo volvería a ver, en esa mano,
la fuerza del que fue mi soberano
y no la dimensión de lo perdido.
Quise reír feliz y fue imposible.
Revivo día a día lo temible
de las horas sombrías del pasado.
Accedo con recelo a los umbrales,
de aquellos tempestuosos vendavales
que alentaron mi llanto atormentado.
-Buenos Aires-