
LA MUERTE EXPRESS ES HOY RUTINA
Ellos han partido sin saber el cómo ni el por qué.
Es lo inesperado, no bastan el forcejeo, la amenaza
y si la locura del otro da para más
es el turno de una ruleta gatillada.
Varios tiros desfloran manos, sellan labios,
un rostro se fragmenta en partículas
es la impronta del cuerpo caído
sólo un tiro suele ser suficiente.
Entre bronca y dudas hoy
un manto húmedo de miedo y resignación
cae sobre las conciencias.
Aún se ignora
la barbarie del mañana.
Ellos han partido sin saber el cómo ni el por qué.
Es lo inesperado, no bastan el forcejeo, la amenaza
y si la locura del otro da para más
es el turno de una ruleta gatillada.
Varios tiros desfloran manos, sellan labios,
un rostro se fragmenta en partículas
es la impronta del cuerpo caído
sólo un tiro suele ser suficiente.
Entre bronca y dudas hoy
un manto húmedo de miedo y resignación
cae sobre las conciencias.
Aún se ignora
la barbarie del mañana.
-Buenos Aires-