
LAS ROSAS
Un equinoccio que se acerca, la vida obstinando azules, el canto lejano de una ronda perfumada de morriñas, ese acostumbrado trinar del jilguero enamorado, la brisa fresca cargada de ozono vivificando noches y tu mirada sobre los últimos versos que tal vez escriba aquí, donde florece la inaugural rosa de tu vientre…
FELICITACIONES POR ESTA PROSA!!!
ResponderBorrarNORMY P.
Gracias mi querida Norma por tu generosidad de publicar mes a mes mis escritos.
ResponderBorrarMuy honrado,
Juanjo
Bello texto, lleno de esplendor.
ResponderBorrarVíctor Hugo Tissera