EL JARDÍN SE MUERE
Las flores del jardín están llorosas;
la dueña del lugar no sale a verlas;
aromas a punto de perderlas,
quedando de colores horrorosas.
Se asoman a corolas muy vistosas
con pétalos de nácar como perlas;
las miro orgulloso de tenerlas
y veo que se mueren esas las rosas.
Tristezas recorren mis jardines
con cantos de las aves apagados,
y aquella bella fuente se ha secado.
Lloroso buscare los comodines
que traigan al jardin esos estados,
con cantos amorosos disfrutados.
Ciudad Real, Madrid
Gracias, Norma.
ResponderBorrarEs un honor muy grande.
Un beso.
Emilio.
Parece, coterráneo, que no me quieres escuchar. Cuenta...cuenta,,,cuenta. En el soneto es imprescindible. Mera.
ResponderBorrarMuy bonito, Saludos,
ResponderBorrarAmalia