lunes, 12 de abril de 2010

VÍCTOR HUGO VALLEDOR


3)

Juntos. En el juego de la infancia éramos adultos.
En la adultez niños destronados.
El espejo contagia imágenes perdidas en su fondo ilimitado.
El patio de la casa es ahora un cordón desatado a su suerte.
El nudo de mi madre es ahora una tenue hoja a la deriva.
El tenso atardecer de mi padre es ahora una semilla de cenizas.

Juntos. En el fuego de la infamia todos estamos bajo sospecha.
Y los jueces se proveen de agua para su sed insaciable.

-Buenos Aires-

4 comentarios:

  1. Víctor: y...así, se van produciendo
    los cambios en la vida. Una metamorfosis que termina, para nuestros ojos terrenos, con el cambio final. Un abrazo,

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  2. Asi es Victo Hugo,se acabó el juego,la realidad son los sinsabores diarios de la vida,Siguiendo tu tenor hasta que se compruebe lo contrario todos debemos aprovecharnos de la inocencia que marca el espíritu de ley y la moral de los jueces

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  3. Primero decís: "En el juego de la infancia" y luego decís: "En el fuego de la infamia". Excelente recurso creativo. Todo el poema está bien construido y es amargo. Gracias por bucear en aguas profundas.

    Jorge Luis Estrella

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  4. Letras fuertes que llegan delicadamente
    Un placer leerlo
    Un abrazo de luz
    Monica

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