
Muertas las horas muertas,
el páramo iridiscente
de fantasmas,
la vejez del rostro acuoso
de un árbol recortada
en las sombras luminosas
de dos cuencas,
avidez de la vida y de la parca,
vírgenes ladinas
que dejan el camino sin rumbo,
vano soliloquio del escarabajo.
-Santa Fe-
que buen poema .
ResponderBorrarPase a saludarte y a leer tu entrada, muy buena como siempre.
ResponderBorrarBesos.
Fer.
Gracias a Norma por publicar mi poema y a los lectores, por sus bondadosos comentarios. Me siento honrado...
ResponderBorrarUn gran abrazo!
Juanjo
Juan: un poema para pensar. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
ResponderBorrarCongratulaciones por este blog.
ResponderBorrarDaniel D. PEACEMAN, writer and editor of Contemporary Horizon Magazine
E-mail: drgdaniel@yahoo.com
Gracias Juanjo. por los poemas que a diario escribes desde tu alma!!!
ResponderBorrarUn abrazote.
Norma
Bello e intrigante poema Juan, usas las imágenes de manera sorprendente casi como un acertijo para el lector...bueno asi debe ser supongo desde mi humildad
ResponderBorrarMuy bueno.
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