
CONJURO
Rescoldo seco,
leños destejidos, hoguera hecha crepúsculo
tiempos de siembra lenta.
¿Quién levanta la cosecha?
¿Quién el vino nuevo en copa antigua?
¿Quién entra en ráfagas de noche para bendecir la mesa?
Lumbre sin llama,
chimenea oscura el invierno.
Sin permisos
recostado
en el escaparate absurdo de la vida.
Huesos que crujen, manos transformadas,
humo y sahumerio.
Conjuro
para un perdón que no damos.
Rescoldo seco,
leños destejidos, hoguera hecha crepúsculo
tiempos de siembra lenta.
¿Quién levanta la cosecha?
¿Quién el vino nuevo en copa antigua?
¿Quién entra en ráfagas de noche para bendecir la mesa?
Lumbre sin llama,
chimenea oscura el invierno.
Sin permisos
recostado
en el escaparate absurdo de la vida.
Huesos que crujen, manos transformadas,
humo y sahumerio.
Conjuro
para un perdón que no damos.
-Buenos Aires-
Marta, cada verso es un conjuro que atrae la belleza. Con afecto,
ResponderBorrarSilvia Loustau
Muchas gracias Norma.
ResponderBorrarUn honor para mí estar es tus páginas.
Marta Julia Ravizzi
Martita:una alegría compartir este CONJURO que interroga y, luego, atraviesa el invierno sin permisos, procurando "...un perdón que no llega". Un fuerte abrazo amigo, Laura Beatriz Chieaa.
ResponderBorrarExcelente poema que llega directo al corazón y posee un encantador toque discepoliano. Gracias.
ResponderBorrarUn abrazo.
Jorge Luis Estrella