
OJOS
Mi ojo muerto,
aquél que sólo veía al olvido
deslizándose por los carriles de la nada,
amaneció mirando el mar,
los pájaros,
la mano desgarrada de los que piden.
Mi otro ojo,
que estaba observando el paisaje
de los hielos desmoronándose,
al comprobar la resurrección de su compañero,
se dejó seducir por el olvido
y, como si fuese un témpano que se derrite,
sencillamente se murió.
Mi ojo muerto,
aquél que sólo veía al olvido
deslizándose por los carriles de la nada,
amaneció mirando el mar,
los pájaros,
la mano desgarrada de los que piden.
Mi otro ojo,
que estaba observando el paisaje
de los hielos desmoronándose,
al comprobar la resurrección de su compañero,
se dejó seducir por el olvido
y, como si fuese un témpano que se derrite,
sencillamente se murió.
Maestro Estrella: brillante como el Universo!!!!
ResponderBorrarSus ojos siempre estarán vivos en las poéticas letras...
Normy
JORGE NOS TIENE ACOSTUMBRADOS A LA IRONIA Y AL JUEGO DE PALABRAS EN SUS POEMAS...
ResponderBorrarUNA VEZ MÁS FELICITO-TE.
SILVINA IGLESIAS
original, exquisito, mágico poema.
ResponderBorrarLeerte es maravilloso Jorge.
Un abrazo Gus.
Coincido con Gustavo. Un original poema.
ResponderBorrarVíctor H. Tissera